La Enseñanza Pública, la que es de todos, y que todos pagamos para todos a través de nuestros impuestos, la que ha permitido el acceso universal a la educación de las últimas generaciones sin distinción de ningún tipo, está en peligro. La mejor inversión de futuro que puede hacer un país se desvanece porque no es rentable - dicen los políticos y sus comparsas de ministros, analistas económicos y agencias de calificación - . Por eso, la desprestigian acudiendo a la demagogia: que cuesta mucho dinero, que los maestros y profesores cobran mucho, tienen muchas vacaciones y trabajan poco; que se puede enseñar mejor con menos dinero y más alumnos por clase; que las nuevas tecnologías son muy caras y los niños aprenden menos con los ordenadores; que invertir en igualdad de oportunidades no es rentable; que atender a la diversidad es bajar los niveles... Parece que es más importante que con el dinero de nuestros impuestos se paguen las deudas de los bancos que el coste de los servicios públicos básicos: educación y sanidad. Pero si no se mantiene la enseñanza pública, toda la sociedad pierde, porque se acentuarían las diferencias sociales, y lo público, lo de todos y para todos, pasaría a ser un bien mercantil, un negocio basado en la rentabilidad económica, que conllevaría a una fuerte división social: los que tienen más recursos, y los que tienen menos recursos. La grandeza de la enseñanza pública es que a la vez que iguala en oportunidades a toda la sociedad, dotando al alumnado del conocimiento científico y cultural sin exclusiones, promueve valores universales y éticos comunes a toda la ciudadanía, haciéndola responsable del futuro común de la sociedad, que hoy por hoy es diversa, plural y mixta. La garantía de estos valores, de la socialización, transmisión y creación del conocimiento científico y libre, está en el carácter público de los trabajadores de la enseñanza, en su preparación y formación continua, en la selección por la que tuvieron que pasar tras unas difíciles oposiciones de donde salen los y las mejores. Por ello, cualquier ataque a la enseñanza pública es un ataque a los trabajadores públicos, un cuestionamiento de su profesionalidad y de su capacidad de proporcionar igualitariamente el conocimiento a los futuros ciudadanos de este país.
Quisiera transmitir lo importante que es DEFENDER DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA POR DEMOCRÁTICA, POR CALIDAD, POR CIENTÍFICA, POR PROFESIONALIDAD, POR LIBRE, POR CIUDADANA, POR PARTICIPATIVA, POR LOS VALORES UNIVERSALES DE LA TOLERANCIA Y LA SOLIDARIDAD Y SOBRE TODO, POR LA TRANSMISIÓN DE UNA ÉTICA QUE UNE A TODOS LOS SERES HUMANOS EN BUSCA DEL BIEN COMÚN, POR ENCIMA DE IDEOLOGÍAS Y DE MORALES RELIGIOSAS.
El siguiente vídeo es una defensa de la enseñanza pública. Muchas de las personas importantes de nuestro país lo tienen claro, la Enseñanza Pública es la que hay que potenciar y prestigiar, porque es la única que da garantías de igualdad a los ciudadanos y aunque escueza, es la que tiene a los mejores profesionales.
Quisiera transmitir lo importante que es DEFENDER DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA POR DEMOCRÁTICA, POR CALIDAD, POR CIENTÍFICA, POR PROFESIONALIDAD, POR LIBRE, POR CIUDADANA, POR PARTICIPATIVA, POR LOS VALORES UNIVERSALES DE LA TOLERANCIA Y LA SOLIDARIDAD Y SOBRE TODO, POR LA TRANSMISIÓN DE UNA ÉTICA QUE UNE A TODOS LOS SERES HUMANOS EN BUSCA DEL BIEN COMÚN, POR ENCIMA DE IDEOLOGÍAS Y DE MORALES RELIGIOSAS.
El siguiente vídeo es una defensa de la enseñanza pública. Muchas de las personas importantes de nuestro país lo tienen claro, la Enseñanza Pública es la que hay que potenciar y prestigiar, porque es la única que da garantías de igualdad a los ciudadanos y aunque escueza, es la que tiene a los mejores profesionales.
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