CARTA DE AGRADECIMIENTO DE UNA ANTIGUA ALUMNA A SU MAESTRA DEL COLEGIO LOS MORALES

Queremos compartir esta emotiva carta que una antigua alumna, del colegio, ahora estudiante de Magisterio, le dedica a su maestra la Srta. Amparo. Como centro educativo es todo un orgullo que pasados los años, la huella educativa de nuestro alumnado aún perdure y haya sido importante para sus vidas y sus decisiones vitales.


QUERIDA AMPARO:

Hola reina, hace muchísimo que no se de ti, por eso te escribo, nunca viene mal recordar a alguien que hizo tanto bien en mi corazón.

Estoy en la universidad, si en la universidad, y me han pedido que escriba sobre algún profesor que me haya marcado en la vida y no podrías ser otra que tú, tengo otros de los que hablar pero siempre habrá alguien en mi TOP 1.

Comenzaste siendo mi profesora de música, una maestra sin más en segundo de primaria aproximadamente, pasamos muchos años sin tener una relación especial pero yo veía algo en ti y creo que tu veías algo en mi sin ninguna de las dos saberlo. En quinto de primaria te tocó ser mi tutora, nadie lo hubiera hecho como tú y ya no porque fueras la mejor profesora enseñándome el himno de Andalucía sino por el corazón enorme que tienes. Viviste conmigo la separación de mis padres, uno de los momentos más duros de mi vida.

Aunque fuera un malísimo momento y de los que más me marcarían en toda mi vida sin saberlo, yo era feliz, llegaba al cole veía a mis compañeros, a ti y era la más feliz del mundo, todo eran risas hasta que empezó todo a ponerse de color de gris. Recuerdo una vez que vino mi madre al colegio a verme porque yo no quería verla en esos tiempo y vino al colegio porque no tenía otra manera de hacerlo, a día de hoy sigo sufriendo mucho por este tema, durante mi vida creo pensar que está superado hasta que se dan momentos como este en los que tengo que hablar del tema en profundidad recordando hechos del pasado y no puedo evitar hacerme pedazos.

Volviendo a tu papel en esta reflexión he de decir que tu fuiste la que hablaste con mi madre y creo que con mi padre también porque ellos no se podían ver ni en pintura, hiciste un gran papel y desde ese día empezaste a prestarme especial atención preocuparte por mi, incluso una vez en sexto de primaria empecé a sentir que me daban pinchazos al respirar y tú ya sabías por que era, así que me dejaste salir de clase y luego hablaste conmigo diciéndome que era a causa de lo que estaba sufriendo de manera inconsciente, yo en ese momento no entendía nada, claro, pero a día de hoy me doy cuenta de que la primera vez que tuve ansiedad fue a los 12 años y casualmente ahora que estoy escribiendo esto también la tengo. Hay momentos en los que no puedo más.

Con esto, desahogándome y recordándote los momentos pasados, simplemente puedo darte las gracias por tu labor, por darme cariño, sonrisas, tu escuchar, tu tiempo y tu corazón. Deseo ser una profesora como tú que deje huella en los corazones de mis alumnos. Aprendí mucho de ti.

Te quiero.



Raquel Perdiguero Yáñez

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